Las adquisiciones realizadas por británicos en 2019 cayeron un 12%, mientras que las del resto de países interesados por nuestras casas lo hicieron únicamente un 3%.
En los próximos meses veremos el efecto derivado de la consumación del Brexit, que posiblemente generará nuevos descensos en el peso de la demanda británica en el mercado de la compraventa de viviendas en España. Se verá entonces si el descenso británico se compensara por el incremento de la demanda de otras nacionalidades.