En un reciente estudio, el Banco de España ha constatado que los jóvenes optan por alquilar después de la crisis, aunque los alquileres están disparados en algunas ciudades, y hay menos hipotecas.

Una de las lecciones de la crisis de los últimos años es que los jóvenes han tenido que optar más por irse de alquiler para independizarse.

Según la encuesta financiera de las familias del Banco de España, el porcentaje de hogares que eran propietarios de su vivienda principal descendió del 80,4% al 75,9% entre finales del 2014 y finales del 2017. Esta tendencia se percibe, sobre todo, “entre los hogares más jóvenes”.

Por otro lado, los precios de los alquileres en algunas ciudades están tan altos que se asemejan o incluso pueden llegar a superar las cuotas mensuales de una hipoteca. Sin embargo, la dificultad para acceder a créditos hipotecarios o para ahorrar para la entrada de un piso de compra hace que sea imposible optar por ser propietario en muchos casos.

La entrada en vigor el 16 de junio de la Ley Reguladora de Contratos de Crédito Inmobiliario iba a encarecer los préstamos hipotecarios por los mayores costes y riesgos que iba a soportar la banca, según diversos especialistas.

Sin embargo, los datos del Banco de España revelaron que las hipotecas constituidas se abarataron por el descenso continuado del Euribor y otras circunstancias, aunque se ha regulado mucho más el control en la concesión de las hipotecas.